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1.1 Componentes básicos.
HTML5 provee básicamente tres características: estructura, estilo y funcionalidad. Nunca
fue declarado oficialmente pero, incluso cuando algunas APIs (Interface de Programación
de Aplicaciones) y la especificación de CSS3 por completo no son parte del mismo, HTML5 es considerado el producto de la combinación de HTML, CSS y Javascript. Estas tecnologías
son altamente dependientes y actúan como una sola unidad organizada bajo la
especificación de HTML5. HTML está a cargo de la estructura, CSS presenta esa estructura
y su contenido en la pantalla y Javascript hace el resto que (como veremos más adelante)
es extremadamente significativo.
Más allá de esta integración, la estructura sigue siendo parte esencial de un
documento. La misma provee los elementos necesarios para ubicar contenido estático o
dinámico, y es también una plataforma básica para aplicaciones. Con la variedad de
dispositivos para acceder a Internet y la diversidad de interfaces disponibles para
interactuar con la web, un aspecto básico como la estructura se vuelve parte vital del
documento. Ahora la estructura debe proveer forma, organización y flexibilidad, y debe
ser tan fuerte como los fundamentos de un edificio.
Para trabajar y crear sitios webs y aplicaciones con HTML5, necesitamos saber primero
cómo esa estructura es construida. Crear fundamentos fuertes nos ayudará más adelante
a aplicar el resto de los componentes para aprovechar completamente estas nuevas
tecnologías.
1.3 Estructura del cuerpo
La estructura del cuerpo (el código entre las etiquetas <body>) generará la parte visible
del documento. Este es el código que producirá nuestra página web.
HTML siempre ofreció diferentes formas de construir y organizar la información dentro
del cuerpo de un documento. Uno de los primeros elementos provistos para este
propósito fue <table>. Las tablas permitían a los diseñadores acomodar datos, texto,
imágenes y herramientas dentro de filas y columnas de celdas, incluso sin que hayan sido
concebidas para este propósito.
En los primeros días de la web, las tablas fueron una revolución, un gran paso hacia
adelante con respecto a la visualización de los documentos y la experiencia ofrecida a los
usuarios. Más adelante, gradualmente, otros elementos reemplazaron su función,
permitiendo lograr lo mismo con menos código, facilitando de este modo la creación,
permitiendo portabilidad y ayudando al mantenimiento de los sitios web.
El elemento <div> comenzó a dominar la escena. Con el surgimiento de webs más
interactivas y la integración de HTML, CSS y Javascript, el uso de <div> se volvió una
práctica común. Pero este elemento, así como <table>, no provee demasiada
información acerca de las parte del cuerpo que está representando. Desde imágenes a
menús, textos, enlaces, códigos, formularios, cualquier cosa puede ir entre las etiquetas
de apertura y cierre de un elemento <div>. En otras palabras, la palabra clave div solo
especifica una división en el cuerpo, como la celda de una tabla, pero no ofrece indicio
alguno sobre qué clase de división es, cuál es su propósito o qué contiene.